No existe una fórmula mágica ni milagrosa para tener una imagen que, en muchos casos, es inalcanzable, ya que es un estereotipo que ha fijado la sociedad de consumo, y cierta industria, apoyada por una publicidad engañosa, para obtener un gran beneficio económico, en detrimento, en la mayoría de los casos, de nuestra salud.

La realidad es que, para adelgazar hay que aprender a comer, y aprender a comer implica asesorarse bien, para adquirir unos buenos hábitos alimentarios, que no sólo nos ayudaran a perder peso, sino que el peso perdido no se recuperará.

Una buena dieta debe adaptarse a las necesidades de cada persona, a sus requerimientos energéticos, horarios y gustos particulares, pero siempre tiene que ser saludable, porque no es lo mismo alimentarse que nutrirse.

Las dietas que funcionan son las que implican un aprendizaje por parte del paciente, y una buena comunicación con el profesional que te lleva.